lunes, 24 de agosto de 2009

Caricia de Fantasma, en honor a aquellos que ya no están. Rescate Merlín.

Hace unos cuantos años ya, me estremecí al escuchar una historia de amor entre un padre y una hija. La Ley de la Vida los separó desgarrando la corporeidad de uno, es que esa Ley también articula a la misma muerte.
Por un lado, perfectamente podemos decir "el final", pero por el otro no caben dudas. Empezaron a fijarse en la memoria recuerdos íntimos y en apariencia insignificantes que comenzaron a tomar una realidad más allá de la misma ausencia. Hubo un comienzo, una esperanza, un color que empezó a teñir cada momento. Una forma nueva de manifestar vida, un ensanchamiento del Corazón, una forma de concebir al otro y tocarlo que no necesita cuerpo, solo necesita...

Cuando se me empezaron a agotar las palabras surgió la canción.
Depende del día, del escenario, del sonido, de como nos siéntamos, depende de muchas cosas. Pero cuando todo cuadra ella surge. La canta mi amigo Fabián, la dedicamos a todos aquellos que nos oyen y que nosotros no podemos ver.


Caricia de Fantasma

Perdóname por dejarte así, yo comprendo tu dolor.
Lo nuestro es y será eterno, por eso no te dije adiós.
Es que para mí también fue sorpresa.
No es el viento, es mi aliento, que te despeina al despertar.
No es el agua, son mis besos, quién te baña a la mañana.
Esa voz que te susurra no temas, estoy aquí.
Y sabe Dios que sabe extraño.
Y sabe Dios que sabe extraño...
Déjame enjuagar tu llanto, la vida sigue aquí.
Hay un tiempo que está escrito, y otro que no tiene fin.
Del otro lado del puente, yo te esperaré.
No es el viento, es mi aliento, que te despeina al despertar.
No es el agua, son mis besos, quién te baña a la mañana.
Esa fuerza que te empuja a levantarte, estoy aquí.
Y sabe Dios que sabe extraño...

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