
No le temo al paso del tiempo, porque es mi paso el que transcurre por él.
Aparentas indiferencia con tu lengua de piedra, tus talones de sal, tu verde moho de frente y tu ancha cadera de cristal.
Soy un cobarde sólo ante tu paciencia fija y sostenida, a tus palabras de plata, a tus conceptos de platino y a tu intelecto de bronce fino.
Soy yo el Real y el paralelo, el que fuí y el que vendrá.
Soy yo la noticia que esperas.
Sos yo hoy el que se disculpa y retira.
Soy yo el que de lejos promete, no dejaré de mirarte...nunca
Hasta que tú y yo, tu cuerpo y mis ojos,
Sean lo mismo.
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