Hoy es viernes, y también es otro viernes más, y también es un viernes nuevo.
Sigo relegando pedidos abusando de una paciencia que no se hasta cuando me aguardará, sigo luchando batallas perdidas, y sigo en muchos casos orgulloso de mis renuncias.
Sigo palmo a palmo, en esta incesante carrera por algo, con esta hambre atroz de cosas verdaderas, genuinas y legítimas.
La esperanza es una necesaria morfina aveces, yo reconozco estar embriagado de ella...
No cambio ni un gramo de esperanza, por un kilo de lo que se denomina "realismo".
Pero...
También me he alejado mucho del optimista voraz, que todo lo puede digerir con una sonrisa o con un "por algo será".
La ilusión...
En un momento paso a creer que estoy en el punto medio, y no es así.
Estoy en el centro de mí, lo que no es lo mismo, y no puedo salir por más que quiera.
No hay camino posible sino es conmigo a cuestas. Cargándome aveces, otras corriendo a mi lado.
Hoy es viernes, uno nuevo.
Yo soy el mismo que incluso estuvo antes de que cualquier viernes sea posible, o de que se enuncie una palabra "viernes" letra a letra en un melodioso español.
Yo soy ese amanecer que viene, Mi Ser sin duda prefiere ser sábado, incluso antes de que lo nombre.
1 comentario:
Muy profundo. Con riqueza de vocablos. Con sentimientos de poeta, de músico, de artista, con el sello inigualable de Gabriel. Un grande, para mí todavía, aquél niño que vive en los recuerdos de un pasado que aún agita el presente y está preparando el gran futuro de nuestra cultura...
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