Hoy es un día en que duele el planeta dentro mío.
Ocurrió un temblor, como tantos otros… pero este estaba dentro, en las raíces mismas, en los cimientos.
Hoy se dispararon todas las alarmas y los gritos, las sirenas aullaron su lamento.
Hoy la grieta se mostró indiferente y gigante…
El día de hoy es un cántaro inclinado, y es el agua pura y transparente.
Es también el vino y el odre; los dos odres, el nuevo y el viejo.
El día de hoy no pasa, se quedó inmóvil y desquebrajado dentro mío.
Hoy es una imagen, aunque…hoy no me veo ni toco.
Hoy me reconozco quebrado, y con el orgullo de mantener la sed intachable e ilesa.
Por más que me busque, he intente agarrar mi mano, sé
Que yo hoy no estoy en mi, estoy en otro lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario