Diario de un fantasma viviendo en Montevideo en año electoral. (Semana II)

VI

 El embajador luego de dar sus saludos protocolares pronto se dirigió al ascensor metálico que luego de varios minutos descendiendo lo dejó frente una pantalla que decía: "introducir código de 33 letras y un número". Efectivamente introdujo el código que era: "introducir código de 33 letras y un número". Luego se le acercaron tres agentes y lo condujeron a una amplia sala donde estaba el Jefe del Consejo Supremo. Sin mediar palabras le hizo un gesto para que se sentara y se sirviera café amargo y caliente. Una persona vestida únicamente de camisa blanca, se puso a hablar en perfecto español. Se acercó a una inmensa pantalla con todo el planisferio en exquisito detalle y dijo: Esta máquina fue cedida por el antiguo bloque soviético. Controla exactamente la cantidad de veces que las canciones de los Beatles viajan por el aire, ya sea en ondas de radio, ring tones, covers, o muchachos con su guitarras en Cabo Polonio. Hace tres semanas esta luz no deja de tintinear poniendo al Consejo en Estado de Alerta. De continuar así la temperatura de las mareas puede caer ocurriendo todos los desastres de las películas "2012" y "el día después de mañana" juntos. El Jefe Supremo lo miró indignado a los ojos del Embajador y dijo: "déjense de joder con tanta cumbia plancha!!!"

VII
 El edil salió a la calle y se subió a un bus lleno de gente, olor y recuerdos. Hoy había hablado, y lo había hecho bien. Hoy se había hecho escuchar. Tenía la sensación de que todo sería diferente a partir de sus palabras. Se agrandó, en un momento dejó de ocupar su espacio y ocupó el que le correspondía a otro, seguía agrandándose dentro del bus hasta ocupar el solo toda la parte de atrás. La política necesita de los otros, se dijo.
En la próxima me bajo, pensó.
Imposible. No pudo bajar ni del bus ni de sus palabras.
Es parte del oficio. Siguió por siempre encerrado en sus palabras montado en un bus con vaya a saber que destino...

 VIII
 Luego de revisar exhaustivamente los datos pudo comprobar que todas las encuestas lo daban no solo como favorito si no como único candidato en la historia con un 100% de intención de voto y aprobación. Tenía todo el apoyo de cuanta organización política y social existiese. Desde la Asociación de Panaderos de Izquierda Radical, hasta los centro derechistas de la Fundación ex-goleros de Miramar Misiones, pasando por la Derecha Fuerte y Patriótica del Barrio Reus. 
Incluso se sorprendió hasta el disgusto cuando todos los encuestados al preguntarle sobre una posible reelección, ya daban confianza en un 100% y aseguraban que lo volverían a votar.
Y todavía más, hay quienes preguntaron atrevidamente que pasaría si los hijos del candidato fuesen postulantes en un futuro al cargo presidencial; y todos sin excepción, aseguraron brindar apoyo.
Eso le quitó todas las dudas. Inmediatamente pidió una conferencia de prensa y renunció a la Política.
Según explicó, una democracia con tanto favoritismo puede transformarse rápidamente en una dictadura, o lo que es peor, en una tirana monarquía. 

 IX

 El militante recorría la calle 18 de julio repartiendo las prolijas listas para la próxima elección. Siempre se detenía en la esquina de Ejido ya que era considerada el Maracaná de las esquinas para repartir listas...
Lo que en un principio creyó era una nube oscureció toda la ciudad. En realidad era otra cosa. Era la sombra de un gigante doberman de color negro que estaba en la plaza Independencia. Sus patas delanteras eran inmensas, una de ellas era como la sede del Poder Ejecutivo, la otra como el Palacio Salvo. Se acercó lentamente, ya que le temía muchísimo a los perros. La gente pasaba al lado del maravilloso espectáculo prestando la misma atención que se le presta a esas publicidades pegadas en la columnas que dicen excursiones a termas del Daymán.
El sencillamente no lo podía creer. Al acercarse divisó los ojos del animal que tenía una gigante pelota roja en sus fauces, la cual dejó rápidamente junto al monumento Artigas. El doberman miró a los ojos del militante y le dijo: "tranquilo, no hago daño, soy buenito". El militante al darse cuenta que la monstruosidad no estaba a la altura de su miedo, le dijo: "fuera chicho"...

 X

La prensa lo seguía a todas partes, pero particularmente un periodista. Lo seguía por las escaleras y ascensores. Por la calle y la vereda lo seguía. 
Era parte de la política que lo sigan. Lo seguía pero no lo alcanzaba, entonces no le contestaba, le huía, pero le gustaba. Se acostumbró a escapar de la prensa, porque lo seguía mucho.
Un día de adentro de un Clóset salió el que tanto lo acosaba y le dijo: "Me hacés una nota?". Ahí tomó conciencia en este mundo de roles invertidos.
Él no era político y el que lo seguía no era periodista.
Hacía tanto tiempo que lo había olvidado, en la actualidad los políticos persiguen y preguntan a los periodistas y la gente vota informativos de la noche...

XI

 Los proyectos de educación unánimemente votados, empezaron a dar sus frutos. 
Se comenzó a generar conocimiento con novedosos planes de estudio, en nuevas carreras que pusieron el país a la vanguardia. 
Dentro de ellas podemos destacar dos por su carácter más relevante. La revolucionaria cátedra de Física y Turismo, que presentó varios trabajos destinados a encontrar la fórmula exacta para que la fuerza de gravedad ayude al turista a quedarse unos días más en el país gastando dinero en nuestra tierra. Y la más importante, que vino de los trabajos presentados por los Neuro-Poetas, que realmente conmovieron los cimientos mismos de la Ciencia y Religión a escala mundial, cuando dieron la posición exacta del Espíritu dentro del cráneo.
En una conferencia de prensa en directo, tanto en el Vaticano como en Harvard se escucharon aplausos y vítores cuando los Neuro-Poetas de la patria dijeron: El Espíritu está justito a la izquierda de la Inspiración".

XII

 El diputado entró a su auto y abrió la gaveta. Tal cual lo acordado estaba el sobre con los billetes prolijamente guardados. El día había sido extraño, tuvo que levantar la mano pese a que sus principios se oponían. Sus compañeros lo miraron con asombro, aunque en el fondo a nadie le perturbó. Decidió arrancar rápido el auto y manejar sin destino. A la media hora se dio cuenta que estaba llegando al barrio de su infancia. Todo estaba igual, la casa, la esquina, la plaza, el desgarbado perro del boliche... Decidió entrar a tomar un cortado con bizcochos, lo miraron, no lo reconocieron. Leyó la sucia lista de precios, y pidió lo que de todas formas iba a pedir. Mientras esperaba repasaba con su ojos todas las botellas semi-vacías de las diferentes destilaciones de alcohol. Le sorprendió un cartel en medio del Dunbar y el Old Times. "Cuidado con el Perro" decía. Se sonrió, de seguro ese cartel tendría añares ahí puesto, ya que el perro de la esquina todos sabían no servía ni para ladrar. Será cosa del destino que mientras pensaba esto, vio en el reflejo de las botellas como el perro se desperezaba y entraba al bar para sentarse justito a sus pies.
El perro lo miró fijo, sacó una navaja de su costado y se la enterró en el medio de la frente al diputado. "El que avisa no es traidor" dijo el perro y salió de nuevo a la esquina a hacerle fiesta a los niños que iban camino a la escuela.