lunes, 22 de septiembre de 2008

Dos Poemas trascendentales, de Sabat Ercasty.

En el vuelo Absoluto


Más allá de la luz y los diáfanos ojos,

más allá del paisaje efímero y cambiante,

más allá de las noches curvadas de tinieblas

y de las ruedas lúcidas y ciegas de los astros,



más allá de mí mismo, de mi abismada carne,

de mis hondas memorias, de mis vastos afanes,

del silencio recóndito y la tensa palabra.

de todo pensamiento enraizado en la frente,



más allá está el misterio sublime y sobrehumano,

la ultranoche que roza la luz del infinito,

la desnudez del alma en su inmortal esencia.



Y hay un amor profundo en soledad divina,

la armonía insondable, la identidad suprema,

y el inefable vuelo del alma por los éxtasis!


 


En las interiores noches


Lo he buscado en la rosa sublime de los cielos,

en el sol de las albas y en los nocturnos soles,

en los sutiles éteres de las brumosas nébulas,

en el girante pecho de la tierra nutricia,



en el arco sombrío de la curvada nube,

en el trágico rayo que se incrusta en la selva,

en los ríos brotados al peso de los mentes,

y en las olas muriendo de besos en las playas.



Lo he buscado en imágenes, bajo los mediodías,

en el Verbo que ostenta y el silencio que oculta,

y en el sueño estelar de la inclinada frente.



Lo he buscado...y de pronto me sumergí en mí mismo,

atravesé mis sombras, entré a mis noches místicas,

y El surgió de los éxtasis, ya en su luz inefable!


 


Fatalidad de ser


A veces voy fluyéndome, espiritual y diáfano,

me voy desabismando, me pierdo de mí mismo,

vuelo en millones de alas como una luz de estrella,

huyo en millones de olas como un agua de océanos.



Soy mi propio no ser, la absorción infinita,

un desvanecimiento de la sangre y la idea,

imposible a las hambres, imposible a los sueños,

y a sentirme en mis ansias y en mi esencia inasible.



Se diría una muerte, un cósmico retorno

entre los infinitos de sombras y de mundos,

o un vacío de Dios helando los espacios.



Y al extinguirme, inmenso y hondo como la Nada,

siento aún que me quemo en un horror sublime,

como si el pecho en llamas irguiese mi destino.


 


Carlos Sabat Ercasty - 14 de noviembre de 1976

Sonetos de las agonías y los éxtasis

Academia Nacional de Letras

Montevideo 1977


 

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